agua barcos naufragios
y sucubaciones en el seno amniótico del cráneo
agua y rocas y saltos
al vacío
y una luz ciega en el horizonte
en la cima de la pirámide
donde confluyen todas las máscaras
¿después?
el rostro y la carne y el hueso
la médula y la corriente y el fuego
prisionero en un huevo
que cae
y
todos los ojos que esperan verlo estallar
después
las sandalias del profeta deshilándose
la lluvia
y el pelo
derramados en el suelo
con toda la inmundicia
desojando la rosa hasta que sólo quede la rosa
la verdadera rosa en nuestras manos
piedras
polvo
polen
parto de la naturaleza en la naturaleza
la predicción del ojo no servirá si el ojo está abierto
la meditación debiera llenarnos los dedos de tierra
no quiero esta suma en mis manos
no quiero más números engrillando mis pies
y el martillo de las horas bordando mi mortaja
no más vómito en el baño
con la mano que escala pasarelas golpeando la campanilla
sólo frío
frío
y
cemento
y una larga estela de nubes a mi paso
no quiero más ser en este abismo
una boca con caries en la mirada
con tanto plomo sobre el pecho
con esta fragua en las entrañas
sólo quiero sumergir los testículos en aceite
y verte gritar con cera en la espalda
como una sirena en las ciénagas del abismo
sólo quiero
un ventilador en el techo
girando cada vez
más lento
y las cifras del microondas apagadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario